Emprender siendo madre
Cuando me convertí en madre, tuve algo muy claro: no estaba dispuesta a renunciar ni a mi carrera profesional ni a mi vida personal.
No fue una decisión romántica. Fue una decisión consciente.
Elegí emprender siendo madre porque entendí que el modelo tradicional no estaba diseñado para sostener ambas cosas a la vez. Y porque sabía, por experiencia y formación, que era posible crear un negocio digital alineado con la vida real.
No tenía un plan maestro. Tenía criterio, experiencia en diseño y una visión clara: construir algo propio que me permitiera estar presente y seguir creciendo profesionalmente.


