Una meta sin un plan, es solo un sueño.
Si realmente quieres conseguir tus objetivos, sean profesionales o personales, tienes que tener un plan de acción, un maproad que te diga como llegar del punto A al punto B. Bajar esos objetivos y metas a tierra y trazar un plan que nos ayude a conseguir ese sueño deseado.
En estas fechas todos nos llenamos de buenas intenciones para mejorar nuestras vidas, pero muy pocos llegan a conseguirlas. Al final se pasa el año, sin una planificación más una buena dosis de disciplina claro, las metas se quedan a la espera del próximo año.
Yo emprendí para conciliar, no quería delegar la crianza de mis cachorros y tampoco quería renunciar a mi profesión, que sigue siendo una pasión para mí. A día de hoy puedo decir felizmente y muy alto que he conseguido tener ambas cosas y disfrutar de ellas. Además también tengo un marido, una casa y una vida social; y como para todo el mundo mis días tienen 24horas. ¿Cuál es mi secreto para llegar a todo? Pues un buena organización.
Para empezar, tengo un VISIONBOARD a largo plazo. Este representa la vida de mis sueños, con todo lujo de detalles. De esta visión a largo plazo, voy seleccionando cada año, cuales son las diferentes metas que tengo que ir consiguiendo hasta llegar allí. Tener esta visión siempre presente me recuerda cada día a donde quiero llegar. Las tareas diarias, y los hitos mensuales no tienen nada que ver con esa meta final, y si no estas motivada, no tendrás ganas de llevarlas a cabo, y sin esas pequeñas tareas nunca llegaras a la meta. Necesitas tener tu vision presente para motivarte.
Una vez que tengo seleccionados los objetivos anuales, tanto profesionales como personales (porque en mi visión se refleja mi vida completa, no solo una parte). Realizo los ejercicios de este documento -> PLAN ACCIÓN. Lo primero es analizar el año anterior, necesitas saber que es lo que ha salido bien, para volver a repetirlo y lo que ha salido mal para no volver a repetirlo. Después hago mi ritual de agradecimiento. Esto es super importante, porque no es lo mismo pedirle al universo cosas desde la necesidad, que desde la paz interior. Cuando te das cuenta de todo lo que has conseguido, tu estado mental es de satisfacción, y proyectar desde aquí es abundancia. Sim embargo si haces tu plan de acción desde la avaricia, pensando siempre n quiero quiero sin apreciar lo que ya has conseguido, no serán objetivos alcanzables ni merecidos.
Teniendo claros los nuevos objetivos y las tareas que necesitas para conseguirlos, tienes que preparar el escenario. Es decir, ver que tiempo tienes, descontando vacaciones, festivos, días en los que no hay colegio y tienes que trabajar menos horas…. dejar margen por si te pones enferma o surgen imprevistos. Dejar espacio para todas esas tareas cotidianas que nada tienen que ver con cumplir objetivos pero cubren tu tiempo en el día a día. y después en esos huecos libres vas añadiendo los objetivos. De esta manera comprobarás que no se pueden conseguir listas infinitas de objetivos anuales, como la mayoría de la gente hace cada día 1 de Enero.
Para seguir desmembrando esto un poco más, yo utilizo un CALENDARIO MENSUAL. en el que pongo los hitos principales que quiero conseguir ese mes. Después para mi día a día utilizo dos agendas digitales, una de google para la parte profesional y la de Apple para mi vida personal y familiar.
No basta con una planificación perfecta, necesitas tener disciplina durante todo el año para conseguir lo que te propones. Cuando planificas, ten en cuenta que eres humana y no un robot. Déjate margen de error, y si no llegas a todo una semana no te maltrates porque la culpa no te ayudará a llevar a ningún sitio bueno. Simplemente date el permiso de fallar alguna vez, y sigue adelante como puedas.